
Salud y deporte son dos variables altamente relacionadas en la ecuación de la salud. Existen actividades en las que hay que tomar precauciones después de los 30 años, y otras indicadas para determinados momentos de la vida.
Hasta los 12 añosla práctica deportiva debe ser antes que nada una diversión, sin preocuparse tanto por indicaciones técnicas.
Lo ideal es que a esta edad se realicen muchas especialidades y que se utilice todo el cuerpo. Así, los niños y pre-adolescentes pueden desarrollar su eficiencia y potencial físico.
De los 12 a los 25 años, en cambio, sí resulta fundamental el aprendizaje de una buena técnica y una mayor dedicación, eligiendo una especialidad en particular.
A partir de los 35, hay que empezar a tomar precauciones.
La edad no restringe a ninguna persona la posibilidad de hacer deporte, lo importante es que siempre realice la preparación física paralela correspondiente y que cumpla con todos los controles médicos previos.
Todo individuo que tenga algún factor de riesgo, como problemas coronarios, hipertensión, sobrepeso, fumadores, asmáticos o diabéticos, por ejemplo, debe realizar un chequeo anual obligatorio, más aún antes de comenzar cualquier actividad física.
Aunque no registre estos factores de riesgo, desde los 35 años en adelante toda persona, por más sana que aparente ser, debe efectuar un control médico anual. Cuando se pasan los 60 años, este chequeo se debe hacer cada 6 meses.
Las especialidades de alta intensidad, como por ejemplo el squash, no son recomendables para personas mayores de 55 años. Las actividades deportivas más adecuadas para este grupo son las aeróbicas.
La idea es que a medida que va aumentando la edad o el desacondicionamiento físico, la intensidad de la actividad tiene que disminuir, a la vez que se acrecienta la cantidad de horas que se la practica. Por eso, son ideales las caminatas, el trote o la natación.
Hasta los 12 añosla práctica deportiva debe ser antes que nada una diversión, sin preocuparse tanto por indicaciones técnicas.
Lo ideal es que a esta edad se realicen muchas especialidades y que se utilice todo el cuerpo. Así, los niños y pre-adolescentes pueden desarrollar su eficiencia y potencial físico.
De los 12 a los 25 años, en cambio, sí resulta fundamental el aprendizaje de una buena técnica y una mayor dedicación, eligiendo una especialidad en particular.
A partir de los 35, hay que empezar a tomar precauciones.
La edad no restringe a ninguna persona la posibilidad de hacer deporte, lo importante es que siempre realice la preparación física paralela correspondiente y que cumpla con todos los controles médicos previos.
Todo individuo que tenga algún factor de riesgo, como problemas coronarios, hipertensión, sobrepeso, fumadores, asmáticos o diabéticos, por ejemplo, debe realizar un chequeo anual obligatorio, más aún antes de comenzar cualquier actividad física.
Aunque no registre estos factores de riesgo, desde los 35 años en adelante toda persona, por más sana que aparente ser, debe efectuar un control médico anual. Cuando se pasan los 60 años, este chequeo se debe hacer cada 6 meses.
Las especialidades de alta intensidad, como por ejemplo el squash, no son recomendables para personas mayores de 55 años. Las actividades deportivas más adecuadas para este grupo son las aeróbicas.
La idea es que a medida que va aumentando la edad o el desacondicionamiento físico, la intensidad de la actividad tiene que disminuir, a la vez que se acrecienta la cantidad de horas que se la practica. Por eso, son ideales las caminatas, el trote o la natación.